Han pasado dos semanas, pero creo que ya es hora realice una pequeña "crónica" sobre la actuación que Cristina y sus compañeras y alumnas de la Compañia Al-andalus Danza realizó el pasado día 27 de junio, en el colegio Obispo Pereyó con motivo del XIV Festival de Danza Oriental Al Andalus.
Es por esta razón que el ambiente fue siempre muy relajado y entregado por parte del público. Hubo actuaciones "de todos los colores", o por decirlo de alguna manera "se tocaron muchos palos": bailes con una especie de candelabro en la cabeza, con "bastones", con velo o sin velo, con una especie de pantalones o con unas faldas de gran vuelo (aquí tenéis un video que ilustra bastante bien lo que digo). Estoy seguro que Cristina pondría nombre a estos diferentes estilos que yo, repito ignorante, no soy capaz de distinguir
Así, aún partiendo mi ignorancia absoluta en estos temas, debo decir que el espectáculo me gustó. Hubo actuaciones mejores y peores, alumnas más o menos diestras pero, en su conjunto me lo pasé bien.
Hacia la mitad del espectáculo salió al escenario Cristina. Y creedme, bailó muy, muy bien, se notaba que ya no "pensaba" los movimientos, sino que simplemente disfrutaba con lo que estaba haciendo. Juraría que realizó tres bailes que, por supuesto, aplaudí a rabiar (ya no estabáis -ninguno- alguién tenía que aplaudir por los demás, digo yo). La verdad es que en ese momento se me cruzaron muchas imágenes del colegio y del programa que me dió a conocer esta nueva faceta de Cristina. Parecía algo increible, pero ahí estaba. Encima de un escenario. Ver para creer.
Después de la actuación la fui a saludar.
NO sabéis lo que os perdistéis...
